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BERDYCH AHUYENTA A SU PEOR FANTASMA

por Andrés Peraza
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Tomas Berdych se aprovechó de Rafael Nadal y lo venció 6-2, 6-0, 7-6 en los cuartos de final del Abierto de Australia, para meterse por segunda vez consecutiva a las semifinales en Melbourne Park.

Foto: Ben Solomon/Tennis Australia

Foto: Ben Solomon/Tennis Australia

Desde el 2006 Berdych no terminaba sonriente un partido frente a Nadal. Desde hace ocho años y unos meses el checo no sabía lo que era vencer al español. Desde hace tanto tiempo la actual mejor raqueta de República Checa no disfrutaba un triunfo, ese mismo que tenía reservado en el baúl desde que tenía 20 años. ¿Qué tanto pasó en ese tiempo? El español ganó 12 de sus 14 Grand Slam; Berdych llegó a su única final en esta categoría. Nadal obtuvo 47 de sus 64 títulos; Berdych 8 de sus 10. Pasó tanto y a la vez tan poco. Fueron 17 dolorosas derrotas que hirieron el cuerpo de un joven que fue madurando, que asimilaba cada caída como una más, como esperando la siguiente. Pero que después de tanto sudar logró hacer lo imposible, vencer los miedos que rondaban en su cabeza y sacarlos al estilo del cazafantasmas. Ahuyentarlos aunque sea por un momento.

Si el escenario era el ideal para el siete del mundo, le importó poco y nada. En las horas previas había un ambiente rígido, algo tieso. Como presagiando lo impensado. De un lado, Nadal volviendo de su parate y las inconsistencias que había mostrado días anteriores; del otro, un Berdych entonado, complacido con el cemento de Melbourne. Tal vez lo pensó y dijo: “Es ahora o nunca”.

Sopesó la situación y le beneficiaba. Berdych fue agresivo desde el primer raquetazo. Empezó a testar el nivel de un Nadal más que golpeado pero que buscaba revancha. El checo fue frió como el Ártico, su raqueta estaba hecha del hielo más duro de la Tierra. Fue una bestia que abatió a la fiera en el rodeo de la Rod Laver. Su servicio estuvo impecable. Afinó las cuerdas de su mortero como aquel que va a tocar la viola en el teatro ante una multitud. Fue capaz de jugar como solo él sabe pero que una y tantas veces no le servía para derrumbar a los mejores. No tuvo que esforzarse, no tuvo que sacar de la galera estoicos disparos para vulnerar la defensa del español porque Nadal no estaba en su día; su tenis no compensaba con lo que se debía expresar en la cancha. Un 6-2 mortificaba al tres del mundo y a la mayoría en Melbourne Park.

El segundo parcial fue una faena del checo. El 6-0 expresó que estaba en un momento de genialidad. Berdych actuaba como si estuviera a punto de conquistar su primer Grand Slam. Se hizo más helado, no bajó una velocidad, no le importó lo que pasara con Nadal. Todo fue para el siete del mundo. Incluso, el ganador de 14 grandes ni siquiera ganó un punto con su segundo servicio. Todo era penumbras de un lado. Arco iris del otro.

Pero Nadal no se rinde, es el jugador que a pesar de que todo esté en contra sigue de pie, no tira la toalla. Cualquier otro decide acabar, irse al hotel, ducharse e intentar dormir ante la derrota. El balear lucha hasta el final aunque todo vaya mal. Estabilizó su juego y se movió un poco más en la pista como tratando de avisarle al checo que todavía tenía vida. Pero el de Valasske no creía en nada. Cuando sufrió oportunidades de quiebre, el servicio era mágico; ese condimento para acabar con las ilusiones de un Nadal que, a pesar de eso, seguía luchando hasta el punto de salvar dos match points antes de entrar al tiebreak. Un desempate que se inclinó hacia Berdych con una pizca de suspenso. La pelota a la red y el pupilo de Daniel Vallverdú empuñó las manos como sintiendo la gloria. Una gloria que no airaba por su cuerpo desde hace tantos años. Sonrío, miró a su prometida, Ester Satorova, y se dirigió a la red. Allí, donde todo acaba.

Un peso que se quita de encima. Un fantasma que Tomas elimina. Al final quedan dos imágenes: un Berdych inspirado como nunca y que entrega sus credenciales como favorito; un Rafa Nadal que deja ver que es un guerrero de mil y una batalla. Lo cierto es que nadie le gana 18 veces a Tomas Berdych.

[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg” ]Fabián Valeth Orozco @FabianV_: Redactor en jefe de Match Tenis. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]

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