Por segundo año consecutivo, la rumana se despidió de Flushing Meadows en la primera ronda.
La 50ª edición del US Open ya experimentó su primer cimbronazo. Este lunes, en uno de los primeros choques de la jornada en suelo neoyorquino, Simona Halep cayó ante la estonia Kaia Kanepi con parciales de 6-2 y 6-4, y le dijó adiós al último Grand Slam de la temporada. De esta manera, la rumana no pudo mejorar su imagen ante los fanáticos estadounidenses, ya que también fue eliminada en la primera fase de 2017, cuando María Sharapova la superó por 6-4, 4-6 y 6-3.
«Nunca juego mi mejor tenis aquí», comentó tras la derrota la rumana. «Mi tenis y mi nivel no fueron los mejores, pero luché durante el partido» Y agregó, «en realidad estaba entrenando bien, pero lastimosamente no fue mi día. Ella (Kaia Kanepi) mereció ganar porque jugó mejor que yo este día».
Pero la sorpresiva derrota que sufrió la Nº1 del mundo ante Kanepi va más allá de la obvia decepción que genera despedirse en primera ronda. Se trata de un hecho sin precedentes en Flushing Meadows, puesto que nunca antes en la historia de la Era Abierta, la líder del escalafón femenino se había despedido a las primeras de cambio. Y si buscamos una situación similar en los otros tres torneos major, encontramos que apenas cuatro jugadoras que comandaban el ranking WTA se despidieron en su debut.
La primera fue Virginia Ruzici -también rumana– en Australian Open de 1979; luego aparecería Wimbledon como el escenario de tres caídas para las Nº1 de la época: en 1994, Steffi Graf se despidió en su primera presentación, mientras que Martina Hingis sufriría las dos caídas restantes en La Catedral en 1999 y 2001, respectivamente. La última en decir adiós a un Grand Slam en la primera ronda fue Angelique Kerber, quien sucumbió durante su estreno en Roland Garros 2017.
Redacción Match Tenis
