martes - abril 1, 2025
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El circuito UTR, la puerta de entrada a la universidad para Nicolás Prieto

por Andrés Peraza
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A pocas semanas de finalizar su etapa escolar, Nicolás Prieto habló en exclusiva con Match Tenis acerca de sus metas como tenista, su familia y el viaje que emprenderá a Estados Unidos para estudiar Negocios Internacionales.

La historia de Nicolás Prieto se cruzó bastante pronto con el mundo de las raquetas. Tan solo tenía cuatro años cuando el chip del amor del deporte se encendió en su espíritu; hoy tiene 18 años, pero proyecta la madurez de una persona mayor, debido a las experiencias que ha vivido gracias al tenis.

«Comencé a jugar a los cuatro años, gracias a Roger Federer, porque un día escuché sobre él mientras mi papá veía tenis en ESPN. ‘Mi viejo’ siempre ha sido seguidor del tenis y con el paso del tiempo me gustó a mi también, así que me metí en el cuento y desde muy pequeño empecé a entrenar en las canchas del conjunto en el que vivo», recuerda con lucidez, a pesar del evidente agotamiento físico causado por sus dos primeros partidos en la II parada del Circuito UTR.

Nicolás ha estado ligado al plano deportivo a lo largo de su vida, por lo que su pasión iba más allá del tenis. Hasta los 12 años, el fútbol también ocupaba una parte importante en la vida de este joven bogotano, a tal punto que lo hizo a dudar entre los guayos y las raquetas.  «Me decidí a jugar tenis definitivamente cuando tenía 12 años. Estaba entre el fútbol y el tenis, pero finalmente me incliné por las raquetas, aunque fue hasta los 15 que me empecé a sentir como un tenista de verdad, porque fue cuando di un salto de calidad en mi juego», relata, al mismo tiempo que asegura estar convencido de la decisión que tomó.

En la actualidad, se encuentra en la ciudad de Bogotá disputando la II parada del Circuito UTR en el Club Los Búhos, pero en los últimos años, Estados Unidos ha sido el escenario en el que ha desarrollado su joven carrera. «La primera vez que viajé a Estados Unidos fue cuando tenía 14 años y duré dos meses en mi primera experiencia por fuera del país. Allá estuve entrenando con Juan Mateus -entrenador colombiano- durante dos años y medio en los que viajaba entre Colombia y EE.UU».

A esa edad, y viajando por el mundo sin la compañía de su familia, Nicolás pasó por momentos que bien pudieron desviarlo del objetivo de convertirse en tenista profesional; sin embargo, él aprovechó el contexto que lo rodeaba para crecer como persona.  «A los 15 años se me pasó por la cabeza dejar el tenis, porque entrenaba muy duro y no veía los resultados; además estaba en una edad en la que se empieza a salir a fiestas y durante un tiempo consideré devolverme a Colombia para experimentar ese tipo de cosas, pero superé la crisis y me decidí por seguir jugando. Al fin y al cabo, estaba haciendo lo que más me gusta en la vida: jugar al tenis».

Tal vez, ese tipo de decisiones son las lo que han puesto en una posición de privilegio. Más allá de su amor por lo que hace, el juvenil colombiano es consciente de la importancia de cursar una carrera profesional en paralelo con la deportiva. «Todo el mundo tiene sueños en la vida, pero pienso que a veces uno debe ser realista», expresa con convicción. «En mi caso, estando a punto de graduarme del colegio, contar con la posibilidad de irme a una buena universidad con una estructura de tenis consolidada es una excelente oportunidad. Las universidades de tenis en Estados Unidos tienen un nivel altísimo y te dan la posibilidad de conocer gente de otras partes del mundo, también podré seguir viajando y voy a estar metido de lleno en el ambiente del tenis. Todo eso es muy importante para cuando haya que encarar el profesionalismo». En los próximos meses, Nicolás viajará de nuevo hacia el norte del continente para estudiar Negocios Internacionales en la Universidad de Nuevo México Lobos, porque se le «facilitan los números» y le gustan.

«Me considero una persona perseverante y muy tranquila»

La oportunidad de estudiar una carrera profesional surgió, en gran medida, por el privilegio que ha tenido este joven jugador de participar en las distintas paradas que se han organizado alrededor del mundo; por eso, sabe de la importancia que tiene la llegada de un proyecto de esta magnitud al país. «El Circuito UTR me parece algo genial, porque le da oportunidades a muchos ‘pelaos’ del país que no cuentan con los recursos para viajar, por más talento que tengan. Lo primero que buscan los entrenadores de las universidades es el ránking UTR, pero muchos jugadores no cuentan con eso, porque no pueden viajar a países en los que se disputan estos torneos. Por eso, que este formato haya llegado a Colombia le abre una puerta muy grande a los tenistas más jóvenes».

Para Nicolás no ha sido fácil abstraerse del mundo de los jóvenes en el que las fiestas y la vida social consumen gran parte de su tiempo. Sin embargo, la constancia y la madurez que ha adquirido a partir de las experiencias vividas, lo han convertido, no sólo en un jugador de gran proyección sino en una persona con metas claras, como él mismo asegura: «Para mí es muy importante tener mis prioridades claras, porque si me dejo llevar por lo que viven las personas de mi edad, se me dificultaría mucho seguir con mi carrera deportiva».

[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/742066367357161472/-CXpz_zc_400x400.jpg» ] Marcelo Becerra Concha (Twitter: @Marcelob11) Bogotano. 23 años. Periodista especializado en deportes. Hincha de River. [/author]

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