Un virus causó muchos estragos en la Catedral del tenis en 1934.
A lo largo de la historia han existido diversas pandemias que han paralizado de una u otra forma el mundo. Entre las que más han hecho sufrir a la sociedad a lo largo de la historia han estado: la peste negra, la gripe española, la viruela, la gripe asiática, la gripe de Hong Kong, el VIH y en la actualidad el coronavirus. En el ambiente deportivo también han habido enfermedades que han hecho estragos en grandes eventos, tal es el caso de Wimbledon en el año 1934.
Un episodio conocido como “la garganta de Wimbledon” tuvo como epicentro el All England Lawn Tennis and Croquet Club. Una enfermedad se apoderó del lugar e hizo que muchos deportistas vivieran un mal rato, a la vez que se perjudicaba el Grand Slam londinense y las diferentes competencias de críquet que se realizaban paralelamente al evento tenístico.
La pesadilla no sólo la tuvieron que soportar los deportistas, sino que los aficionados también se vieron afectados por diferentes síntomas como: vómito, dolor de cabeza, faringitis y fiebre, según afirma el periodista español Pedro Hernández del diario La Vanguardia. Por otra parte, la cantidad de tenistas inscritos en el Grand Slam que contrajeron esta enfermedad fueron 61, lo cual condujo a una situación de retiros en medio de los partidos o sencillamente, no presentaciones de los jugadores.
Los organizadores del evento recurrieron a médicos para que les aplicaran medicamentos en la garganta antes de cada partido a los jugadores y esta forma garantizar que pudieran jugar sin tener inconvenientes. Obviamente se quería saber qué había causado este virus, y aunque los focos apuntaban a las bebidas que desde ese año se habían empezado a repartir en dos canchas, la causa real podría ser muy diferente a esa.
Nunca hubo un diagnóstico definitivo sobre el origen de la epidemia, pero si una potente intuición sobre el caso.
Estaba haciendo mucho calor en ese lugar y la recomendación que dieron las autoridades era que evitaran regar sus plantas y jardines para que no hubiera sequía más adelante. Wimbledon decidió usar agua almacenada para regar sus pistas comenta Pedro, quien también afirma, “según algunas versiones, ésta originó que entre la hierba aparecieran unos cristales casi invisibles que pudieron ser la causa del problema“. El torneo siguió su curso y cuando se consagraron los británicos Fred Perry -individual masculino- y Dorothy Round -individual femenino-, “la garganta de Wimbledon pasó a un segundo plano y no se le dio mayor importancia.
[author title=”Andrés Matallana Avella: ” image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/666041598975852544/hSbddU6p_400x400.jpg”]Twitter @Andresf0724. Apasionado por el tenis. Disfruto del deporte blanco dentro y fuera de la cancha[/author]
