Al momento de revisar la reciente historia del tenis femenino de Colombia, surge el nombre de Yuliana Lizarazo, cucuteña de nacimiento, pero vallecaucana por adopción. Son varios los motivos por los que su nombre tiene un espacio en el corazón de la familia del llamado ‘deporte blanco’ nacional, como el ser la tenista colombiana más joven en ingresar al ranking WTA (14 años y seis meses) o acabar con una sequía de casi cuarenta años sin títulos en el Banana Bowl, el torneo juvenil más antiguo de Suramérica.
Pero ¿A qué se dedica en estos momentos Yuliana? Quien soñó hace tiempo con ser número uno del mundo. Match Tenis tuvo la oportunidad de dialogar con ella en el Claro Open Colsánitas, torneo en el que jugó la modalidad de dobles junto a la también colombiana María Fernanda Herazo gracias a una carta de invitación. “Estoy en la Universidad Javeriana de Bogotá, allí estudio ingeniería industrial y actualmente curso segundo semestre. Me gusta esta nueva faceta; sin embargo, ha sido un giro de 180°, pues hace mucho tiempo no estudiaba, desde sexto grado, ya que mis estudios de bachillerato los culminé de forma virtual”, expresó Lizarazo que sigue los pasos de su padre y su hermano, ingenieros también.
Aun así, sueña con volver al tenis profesional y por qué no, combinar sus estudios con el deporte. “Cuando empecé a estudiar no quería saber nada del tenis, pero en estos momentos me hace falta”, manifestó Yuliana, quien indicó que si regresa a la competencia lo hará el próximo año. “En 2019 habrá cambios en la estructura de los torneos, más premios y por consiguiente más opciones de consolidar una carrera. Tengo que analizar con cabeza fría que voy a hacer, si combino los estudios con el tenis o dejo la universidad y me doy de nuevo una oportunidad con el tenis”, agregó.
Indagada sobre el por qué dejo el tenis hace un par de años, fue clara. “El tenis es un deporte muy costoso, y la verdad cuando tomé la decisión de dejarlo a un lado no lo estaba disfrutando, por el contrario, sufría. Llegó un momento en el que me ‘quemé’, porque pasaron muchos años y no veía que los resultados esperados se dieran. Los sacrificios fueron muchos, como el no pasar tiempo con mi familia, entre otros. En ese instante me sentí contenta y de hecho lo sigo, porque el estar afuera me da la oportunidad de ver el tenis desde otro punto de vista”.
Yuliana aprovechó el espacio para brindarles un consejo a María Camila Osorio y Emiliana Arango, para que no les vaya a pasar lo mismo que a ella. “Cometí un error muy grande, y es que a los 14 años empecé a jugar pro y a los 18 regresé al Circuito Junior. En ese lapso no tuve la experiencia de jugar torneos juveniles. Ellas han hecho las cosas muy bien, al jugar con niñas de su edad y a la vez mezclarlo con torneos profesionales. Mi consejo es que disfruten del tenis, y que no se vayan a preocupar por lo resultados o la edad, a veces nos ponemos presiones que no valen la pena”, sentenció.
Guarda como recuerdos más preciados los títulos que logró en el Banana Bowl y el ITF de Wiesbaden, Alemania, ambos en el año 2011. La victoria en suelo brasileño le permitió ubicarse en el Top-30 del ranking mundial junior; además reconoció que por poco no juega este certamen, pues casi no llega a la ciudad en el que se realizó. Mientras que la victoria en territorio teutón fue especial, ya que ella y su entrenador eran los únicos cafeteros en el torneo y los asistentes al club se encariñaron con ellos, hasta el punto de llevar banderas colombianas a la final.
Reconoce que lloró bastante cuando le dijo no más al tenis, no obstante, el deporte da revanchas y al parecer Yuliana va por ella.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/532902040893022209/gonhrGnQ.jpeg» ]Francisco Vargas: Twitter @VargasPacho. Periodista especializado en tenis con una experiencia de 8 años en los diferentes circuitos de la ATP y WTA. Voice Over en eventos internaciones. [/author]